PROPAGACIÓN DE PLANTAS



Estructuras de propagación vegetativa en plantas vasculares

En virtud de la totipotencialidad del tejido vegetal, es decir, de su capacidad para formar yemas y raíces adventicias, casi cualquiera de los órganos de una planta vascular tiene relación con su propagación vegetativa al sufrir modificaciones anatómicas y funcionales que le permiten desarrollarse en un organismo vegetal completo e independiente, con las mismas características genéticas de la planta progenitora. Las yemas, por lo general, se encuentran en las axilas de las hojas, en la porción terminal del tallo, o bien se desarrollan en cualquier porción del tallo y dan origen a raíces adventicias.
Entre las estructuras de propagación vegetativa algunas comparten semejanzas en su desarrollo, por lo que no siempre es posible hacer una diferenciación muy clara entre ellas, sino que más bien se ubican en un continuo de características. Sin embargo, algunos autores las clasifican tomando en cuenta los órganos vegetales de los cuales se originan. Con base en lo anterior haremos una descripción.



Propagación vegetativa por tallos y yemas
Los tallos horizontales aéreos y subterráneos de varias especies silvestres y cultivadas se alargan y forman raíces adventicias en sus nudos. Mientras los tejidos se mantienen intactos se trata del crecimiento de una sola planta, como sucede en muchas especies de gramíneas. A este individuo completo de extenso crecimiento se le conoce como clon. Pero cuando el tejido de interconexión muere o es cortado, cada uno de los segmentos da lugar a un nuevo individuo al que se le conoce como ramet. A) Separación de los ramets individuales por muerte del tejido de interconexión; B) estolones; C) rizoma; D) el tubérculo (papa) se corta en piezas y cada una contiene una yema para que a partir de los tubérculos se propaguen más plantas.


Propagación vegetativa por tallos

1.  Estolones.
 Constan de secciones relativamente largas y delgadas de tallos aéreos horizontales con entrenudos largos y cortos alternados que generan raíces adventicias. La separación de estos segmentos enraizados permite el desarrollo de plantas hijas. La fresa es un ejemplo de las especies que comúnmente presentan este tipo de propagación.




2. Rizomas. 
Se generan a partir del crecimiento horizontal de un tallo subterráneo, por lo general más robusto que el que da origen a un estolón. Las viejas porciones se degradan y se separan en fragmentos que deberán enraizar de manera independiente. Este tallo subterráneo presenta hojas escamosas en las axilas, donde se pueden generar yemas axilares, además de presentar raíces adventicias. Una vez formado el vástago principal se da un crecimiento continuo. Cada estación de crecimiento presenta un crecimiento simpodial por medio de la yema axilar o monopodial por medio de la yema terminal. El rizoma funciona como órgano de almacenamiento de reservas. De esta manera se propagan especies de importancia económica, tales como el bambú, la caña de azúcar, el plátano, así como algunos pastos.

3.Tubérculos. 
Son estructuras gruesas, suculentas, que actúan también como estructuras de reserva. Se forman en el extremo de tallos subterráneos delgados. Un ejemplo muy conocido lo constituye la papa. Los tubérculos presentan en su superficie nudos con hojas escamosas, arreglados de manera espiral, y cada uno de ellos consta de una o más yemas pequeñas. Cuando se inicia el crecimiento del vástago principal las raíces adventicias se desarrollan en la base del tubérculo y las yemas horizontales se alargan y producen tallos etiolados en forma de estolones. A partir de los tubérculos que han formado ramas horizontales se forman tubérculos nuevos. Los tubérculos y los rizomas son muy semejantes y en algunos casos es casi imposible distinguirlos. Sin embargo, una característica distintiva de un rizoma verdadero es que presenta un grosor uniforme en toda su longitud, sobre la cual crecen raíces adventicias, las cuales no existen en los nudos de los tubérculos. Otra diferencia entre estas estructuras consiste en que el rizoma formará el vástago principal de la nueva planta, mientras que el tubérculo forma ramas laterales.

4 Brotes
Se definen como ramas o tallos que desarrollan raíces adventicias sin que sean independientes de la planta progenitora. Se desarrollan en las axilas de las hojas escamosas o de las yemas adventicias sobre las raíces. En la piña comestible los brotes se desarrollan en las axilas de las hojas inferiores que son cubiertas por el suelo.

5. Cormos. 
Se forman en las yemas de las axilas de las hojas de un tallo robusto y suculento que proporciona los nutrientes necesarios para la nueva estructura, la cual se desprenderá del progenitor y se desarrollará subterráneamente como un tallo corto, erecto y sólido con nudos y entrenudos. Los cormos tienen forma de esferas aplanadas dorsoventralmente, como los del gladiolo y el azafrán. Están envueltos en delgadas hojas escamosas que los protegen del daño físico y de la pérdida de agua, pero que no funcionan como estructuras de almacenamiento, a diferencia de las escamas de los bulbos. Cuando se desprenden las escamas marcan círculos alrededor del cormo. Éste desarrolla raíces adventicias ventrales o basales. El ápice del cormo es un vástago terminal que se desarrollará en las hojas y en un vástago floral terminado por una inflorescencia, y en cada uno de los nudos se producen las yemas axilares. El cormo se multiplica ramificándose simpódicamente, y si se corta un cormo, manteniendo una yema en cada sección, cada uno de estos segmentos desarrollará un cormo nuevo.

6. Cormelos. 
Sobre el extremo inferior del cormo se producen pequeñas estructuras semejantes a los estolones conocidos como cormelos). La muerte del cormo parental permitirá la separación de los cormos hijos, los cuales pueden ser almacenados durante el invierno y plantados durante la temporada favorable para el crecimiento.

7.Bulbos. 

Se desarrollan sobre tallos cortos y engrosados, a partir de yemas axilares de hojas carnosas. De éstas obtienen elementos de reserva, a diferencia de los cormos que las obtienen a partir del tallo, lo cual les permite producir rápidamente raíces adventicias. Se desarrollan subterráneamente en forma de tallos carnosos, cubiertos con hojas engrosadas a manera de escamas que funcionan como órganos de reserva. Es posible que se produzca más de un bulbo a partir de cada yema. En algunos casos se desarrollan masas de bulbos en el extremo del tallo, cada uno de ellos llamados bulbilos, los cuales pueden ser dispersados lejos del bulbo parental. En el centro de los bulbos existe un meristemo vegetativo o un vástago floral.


Propagación vegetativa por raíces
Una forma extensa de propagación de las plantas se da mediante numerosos brotes que crecen de sus raíces horizontales. Tales brotes se forman sólo si la raíz es dañada, entonces los brotes se diferencian en un tejido calloso. Las raíces carnosas y aglomeradas de los camotes, las dalias y las peonias son también un medio de propagación vegetativa.

Propagación vegetativa por hojas
Este tipo de propagación no es tan frecuente en la naturaleza como los dos anteriores. Sin embargo, es posible encontrarlo en las hojas de algunos helechos, que forman una especie de acodadura al entrar en contacto con el suelo; en otras especies, entre las que se encuentran las violetas africanas, se forman nuevos individuos a partir de las hojas que se desprenden y caen al suelo y que posteriormente desarrollan raíces adventicias.

Propagación vegetativa inducida
Como hemos visto, la potencialidad de las plantas para generar nuevos individuos a partir de segmentos de su organismo está distribuida ampliamente en las plantas de muchos ambientes. Para muchas especies la reproducción asexual predomina sobre la sexual, y es que las condiciones de su ambiente hacen muy improbable que la semilla llegue a generar una planta capaz de establecerse debido a las limitaciones de recursos fundamentales como el agua, la luz o la competencia con las plantas establecidas.
Un caso bien conocido en nuestro país es el de las cactáceas y otras plantas de las zonas áridas que presentan muchas de las estructuras reproductivas antes citadas. Por ejemplo, los nopales se reproducen fácilmente en forma natural a partir de segmentos del tallo, que tienen una forma muy peculiar y se les conoce como pencas, y en términos botánicos como cladodios. Éstos se desprenden espontáneamente o a consecuencia de algún hecho traumático y enraizan en forma natural, lo que constituye en muchos casos el principal mecanismo de reproducción de estas plantas.


Enraizamiento de segmentos
Esta técnica de propagación tiene muchas ventajas y se emplea exitosamente sin necesidad de gran inversión económica. La técnica más común es la inducción de la formación de raíces en una sección del tallo o de la rama, de manera que se origine una planta independiente. En los casos en que se ha experimentado propagar árboles mediante la enraización a partir de segmentos se ha tenido éxito en más de 80 por ciento.
Según la parte de la planta de donde se obtienen los segmentos (cortes o fragmentos) se ha dividido en cortes de: hojas, de brotes o renuevos, de raíz y de ramas. La selección de cualquiera de ellos depende básicamente de las características inherentes a cada especie, de las facilidades para obtener y manipular los cortes (en función del estado fenológico de la planta), del propósito de la propagación y de la disponibilidad de recursos económicos.

Características de los diferentes tipos de cortes:

1.Cortes de hojas. Algunas especies herbáceas, como las violetas africanas y las peperomias, producen raíces a partir de sus hojas y posteriormente tallos; sin embargo, esto no ocurre con facilidad en la mayoría de los árboles. Los cortes que incluyen además de la hoja una yema axilar y un fragmento de rama son adecuados para propagar algunas plantas —como las camelias y los rododendros, que son especies leñosas— y también se utilizan para propagar árboles cuando la cantidad disponible de otro tipo de segmentos es escasa.


2. Cortes de raíz. La capacidad de muchos árboles de producir ramas a partir de sus raíces (en condiciones adecuadas de crecimiento) se utiliza para propagar algunas plantas, como los plátanos y los guayabos.

3. Cortes de ramas. La propagación vegetativa mediante segmentos de ramas o brotes es uno de los métodos más usados para propagar plantas leñosas en vivero. Según las características de madurez de la madera de donde se obtienen las ramas o brotes, los cortes se han dividido en cortes son: de maderas duras, semiduras y suaves. Aunque las diferentes fases de maduración se presentan de manera continua, generalmente se distinguen por la forma y el color de las hojas y por los cambios de coloración del tallo o ramas. Las técnicas de propagación de árboles por medio de cortes de ramas se dividen en dos tipos básicos: de segmentos foliados y de segmentos defoliados.
Cada uno de éstos utiliza cortes de madera con un grado de maduración diferente, y como proceden de árboles de contrastante ciclo fenológico, esta diferencia se relaciona con la acumulación de reservas en los tejidos del tallo.

En los árboles caducifolios, de los cuales se obtienen los segmentos defoliados, antes de la caída de las hojas hay acumulación de reservas, las cuales están destinadas a formar posteriormente hojas nuevas. A partir de estas reservas se generan las raíces y las hojas en el segmento; en cambio, los segmentos foliados por lo general proceden de árboles de hoja perenne, que no acumulan reservas en el tallo y que deben continuar fotosintetizando para producir los recursos necesarios para generar nuevo crecimiento.

Pasos y criterios que se deben considerar:
1. Seleccionar donantes vigorosos y sanos con alta cantidad de reservas alimenticias, preferentemente de un banco de plantas donantes que han crecido en condiciones de completa iluminación y que por lo tanto contienen alta cantidad de reservas alimenticias.

2.Elegir los segmentos basales o centrales de la rama, que son los que tienen más reservas alimenticias necesarias para el desarrollo de las nuevas raíces, pues de ellos se derivan las ramificaciones secundarias. Por ello no se deben elegir ramas con entrenudos muy largos o de ramas pequeñas y débiles.

3. El tamaño de los segmentos varía entre 15 y 75 cm de largo, el criterio adecuado para elegirlo depende de la especie, ya que se requiere que se incluyan por lo menos dos nudos, aunque lo recomendable es de cuatro a seis, sobre todo cuando los entrenudos son muy cortos. El diámetro de las ramas en que se realizan los cortes puede ser de 0.6 a 5 centímetros.

4 El corte basal se hace justo abajo de un nudo (sitio donde preferentemente se forman raíces adventicias) y el corte superior se realiza de 1.3 a 2.5 cm arriba del otro nudo. El corte puede ser de mazo (incluye una sección del tallo de madera más vieja), de talón o tacón (la porción de madera vieja es más pequeña) y el recto (no incluye madera vieja.

5.Empaquetar las estacas cuidando su orientación, para mantener su polaridad y permitir que el flujo de savia siga su dirección normal. Por eso se marca la base con un corte sesgado o se baña la base con cera, lo cual ayuda también a evitar la pérdida de humedad, que podría propiciar enraizamientos pobres.
6. El enraizamiento de segmentos defoliados ocurre fácilmente, ya que el propio ciclo fenológico hace coincidir la producción de hormonas de crecimiento con el periodo de enraizamiento y crecimiento de yemas del segmento. Aun así, se favorece notablemente el enraizamiento si se emplean hormonas y algunos procedimientos para asegurar el desarrollo rápido de los segmentos. Las sustancias más usadas para acelerar el enraizamiento son el ácido naftalenacético (ANA) y el ácido indolbutírico (AIB), de los cuales se hablará posteriormente. El enraizamiento también se favorece colocando los segmentos a temperatura baja (5-8°C) por algunas semanas, ya que esto estimula la síntesis de hormonas en plantas que proceden de climas en los que hay una estación fría.

Elección y manejo de la planta donante
Las plantas donantes deben ser vigorosas, sanas y estar sujetas a un buen manejo para asegurar la producción continua y prolongada de gran número de estacas de fácil enraizamiento. Se pueden cosechar brotes de una misma planta donante cada dos o tres meses, pero no se recomienda hacer cosechas muy frecuentes, pues se afectarían las reservas alimenticias de la planta, su sistema radicular y la fertilidad del suelo.
La planta donante debe ser fertilizada con regularidad y mantener por lo menos una rama con hojas que pueda continuar fotosintetizando y que de esta manera sirva como brote alimentador para la planta donante. También debe mantenerse en la sombra, al menos por unas semanas, lo cual favorecerá el futuro enraizamiento de las estacas, ya que en esta situación la planta no padece estrés hídrico.
Recomendaciones para obtener los cortes de la planta donante:
1.   La obtención de ramas de la planta donante debe realizarse por la mañana o por la tarde (antes de las 10 am o después de las 4 pm), con la finalidad de evitar la pérdida de agua durante las horas de mayor insolación.

2.   Es conveniente que la poda de las ramas elegidas (con crecimiento vertical) se realice a la altura de los 10 nudos o menos, como en el caso de los brotes obtenidos de tocones. Cuando se dificulte distinguir el número de nudos es recomendable tomar como criterio una altura del brote o rama, desde 10 cm hasta 1 m, para asegurar una mayor capacidad de enraizamiento.

3.   Las hojas de las ramas de donde se obtendrán los cortes deben tener entre 8 y 10 cm de largo, de lo contrario hay que reducir el área foliar, debido a que hojas muy grandes favorecen la pérdida de agua y las muy pequeñas no producen suficientes carbohidratos u otras sustancias necesarias para que el corte sobreviva. Se puede reducir el área foliar cortando las hojas con unas tijeras y cuidando que el tejido no se dañe por machacamiento o estrujamiento.

4.  Ya cortados los brotes se marcan con el número de la planta donante (número de clon), se introducen lo más rápidamente posible en bolsas de plástico con algún material que retenga bastante agua y se cierran para evitar la pérdida de humedad. Deben mantenerse en un sitio fresco y sombreado y en cuanto sea posible se trasladan al área de enraizamiento del vivero.
5.  Al extraer los brotes para hacer los cortes deben mantenerse húmedos y frescos, exponiéndolos lo menos posible al viento, ya que éste incrementa la pérdida de humedad. Los cortes deben hacerse con instrumentos filosos, en forma oblicua por arriba del nudo, o bien rectos para evitar que el sistema radicular se forme de un sólo lado. La longitud óptima de las estacas es usualmente entre 3 y 10 cm. Independientemente del tipo de corte o tamaño, éstos siempre deberán contar al menos con una hoja en la punta de la estaca, para que ésta proporcione nutrientes y otras sustancias necesarias para el enraizamiento.

Enraizamiento y establecimiento
El área donde se colocarán las estacas para el enraizamiento debe ser fresca y sombreada. La temperatura óptima para que ocurra se encuentra entre los 20 y 25°C. Cuando las temperaturas suben arriba de 30°C la humedad relativa de la atmósfera o contenido de vapor de agua presente en el aire tendrá que ser muy alto (más de 90%) para impedir que las plantas pierdan demasiada agua al incrementarse su transpiración y terminen marchitándose. La sombra se puede producir con materiales de origen vegetal como hojas de palma, paja, ramas secas, o con mallas plásticas especiales diseñadas para ese propósito. Es importante que el material utilizado transmita una luz que sea apropiada para activar la fotosíntesis de las plantas.

 Proceso de injertación
La técnica de injerto consiste en tomar un segmento de una planta, por lo general leñosa, e introducirlo en el tallo o rama de otra planta de la misma especie o de una especie muy cercana, con el fin de que se establezca continuidad en los flujos de savia bruta y savia elaborada, entre el tallo receptor y el injertado.
De esta manera, el tallo injertado forma un tejido de cicatrización junto con el tallo receptor y queda perfectamente integrado a éste, pudiendo reiniciar su crecimiento y producir hojas, ramas y hasta órganos reproductivos. Esta técnica es muy antigua y ya era practicada por los horticultores chinos desde tiempos remotos.
Tiene grandes ventajas, sobre todo para el cultivo de árboles frutales y de ornato, pues permite utilizar como base de injerto plantas ya establecidas que sean resistentes a condiciones desfavorables y enfermedades, utilizándolas como receptoras de injertos de plantas más productivas y con frutos de mejor calidad y mayor producción.
Al contrario de lo que generalmente se cree, el injerto no produce una combinación de características entre la planta receptora y la injertada. Los frutos de la planta injertada no cambian sus propiedades ni su sabor, la única ventaja es que el injerto permite utilizar bases ya desarrolladas, lo que acelera la producción de frutos.
También se aprovecha la resistencia (a enfermedades o condiciones desfavorables) de variedades de árboles frutales de menor calidad, para injertar en ellos variedades de mayor calidad pero menos resistentes. El injerto es una forma particular de reproducción asexual por segmentos que se utiliza en gran escala en la fruticultura.
Una de las industrias que recurren con mayor frecuencia a esta técnica es la vitivinicultura o cultivo de la vid. Con gran frecuencia las plantas productoras de uvas de baja calidad, pero muy resistentes a la sequía y a las enfermedades, son injertadas con segmentos de vides de alta producción y calidad. Esta técnica es muy empleada para mejorar la producción de viñedos antiguos ya establecidos desde hace mucho tiempo.
Las técnicas de injerto son muy variadas y existe un método óptimo para cada propósito y tipo de planta. En esencia todos los procedimientos consisten en tener a la disposición buenas plantas receptáculo y buenos segmentos que injertarle.
La técnica se inicia haciendo un corte en el tallo receptor y otro en el segmento a injertar, para que hagan contacto los tejidos vasculares del injerto con sus equivalentes en la planta receptora. Una vez realizado el injerto se protege la herida con una cera especial y se cubre con tela o con una cuerda para evitar que se desprenda.
El tejido injertado por lo general está defoliado y es conveniente que el injerto coincida con la época de primavera para que, al reiniciar el crecimiento de los tejidos, los estímulos hormonales que caracterizan ese momento de la vida de la planta induzcan el establecimiento de una conexión apropiada entre los tejidos de ambas partes.





Selección clonal
La micropropagación y la propagación vegetativa permiten emplear técnicas de selección y mejoramiento de las características favorables de las plantas por medio de la selección clonal. Las características que pueden mejorarse cubren un amplio rango de posibilidades; por ejemplo, la resistencia de las plantas a la temperatura, a la sequía, a crecer en suelos pobres o con características desfavorables, como acidez o alcalinidad excesiva, salinidad alta o saturación de humedad; también puede mejorarse el rendimiento del forraje y frutos, su sabor y calidad nutricional, la velocidad de crecimiento, la calidad de la madera producida y la concentración de compuestos secundarios valiosos como sustancias químicas, látex, gomas, etc.



Técnicas básicas de selección clonal
1.         Se buscan en la naturaleza las plantas que presenten la característica deseada en forma óptima (por ejemplo, los frutos con características apetecidas por el mercado), y se toma de ese individuo los meristemos o segmentos que se vayan a utilizar para la propagación vegetativa, para así obtener muchos individuos con la característica deseada.
2.         Se recolectan semillas, segmentos o meristemos de muchos individuos de una o varias poblaciones de la especie que se desea propagar. Con este material se producen muchas plantas pequeñas en un vivero y se someten a las condiciones desfavorables para las que se desea que tengan mayor resistencia; también se puede comparar su velocidad de crecimiento, su producción de forraje o cualquier otra cualidad que se desee resaltar. Se escogen los individuos que muestren las características óptimas según el caso y se utilizan para propagarlos vegetativamente y obtener así individuos mejorados.





















Razones para emplear la propagación asexual
La propagación asexual reproduce clones. Esa propagación implica la división auténtica de las células, en la cual, hay una duplicación íntegra del sistema cromosómico y del citoplasma asociadas de la célula progenitora, para formar dos células hijas. En consecuencia, las plantas propagadas vegetativamente reproducen, por medio de la réplica del DNA, toda la información genética de la planta progenitora.
Por esto, las características específicas de una planta dada son perpetuadas en la propagación de un clon. El proceso de reproducción asexual tiene importancia especial en Horticultura porque la composición genética (genotipo) de la mayoría de los cultivares de los frutales y de las plantas ornamentales más valiosas, es generalmente heterocigota y las características que distinguen a esos tipos se pierden de inmediato al propagarlos por semilla.
La propagación asexual es indispensable en la reproducción de cultivares que no producen semillas viables, como algunas bananas, la higuera, los naranjos y las vides.
En algunas especies la propagación es más fácil, más rápida y más económica por medios vegetativos que por semillas. La semilla de Cotoneaster tiene condiciones complejas de latencia pero las estacas con hojas enraizan rápidamente y en gran proporción. Las plántulas de algunas especies crecen más lentamente que las estacas enraizadas.
Algunas plantas cultivadas a partir de semilla tienen un período juvenil largo y durante ese tiempo la planta no sólo puede dejar de florear y fructificar, sino también mostrar otras características morfológicas inconvenientes, (ejemplo, tener espinas) que no se presentan cuando la propagación se hace con material vegetativo en estado adulto. Por otra parte, puede resultar útil mantener indefinidamente ese estado juvenil para facilitar la propagación de estacas difíciles de enraizar.


El Clon
Muchos cultivares de frutales y de ornamentales son grupos de plantas propagadas vegetativamente, iniciados de una planta individual, por lo general una que procede de semilla o de parte de una planta, como de una mutación de yema. A ese grupo de plantas tomadas colectivamente se les ha dado el nombre de clon.
Un clon puede definirse como "material genéticamente uniforme derivado de un solo individuo y que se propaga de modo exclusivo por medios vegetativos como estacas, divisiones o injertos". Un descubrimiento que se haga en un miembro individual de un clon, como un método de propagación, cierta práctica de cultivo, un método para control de enfermedades o ciertas exigencias de polinización cruzada se aplican del mismo modo a todos los miembros de ese clon.
Un clon es un organismo o grupo de organismos que derivan de otro a través de un proceso de reproducción asexual (no sexual). El término se ha aplicado tanto a células como a organismos, de modo que un grupo de células que proceden de una célula única también se considera un clon.
Por lo general, los miembros de un clon tienen características hereditarias idénticas, es decir sus genes son iguales, con excepción de algunas diferencias a causa de las mutaciones. Por ejemplo, los gemelos idénticos, que proceden de la división de un huevo fecundado único, son miembros de un clon, mientras que no lo son los gemelos no idénticos que se originan a partir de la fecundación de dos huevos independientes.
Además de los procariotas (bacterias y algas verde azuladas), otros organismos simples como la mayoría de los protozoos, otro tipo de algas, y algunas levaduras, se reproducen también por clonación, al igual que ciertos organismos superiores, caso de los gusanos planos y plantas como el diente de león.
Gracias a los recientes progresos de la ingeniería genética, los científicos pueden aislar un gen individual (o grupos de genes) de un organismo e implantarlo en otro organismo perteneciente a una especie diferente. Las especies seleccionadas como receptoras son por lo general aquellas con reproducción asexual, como las bacterias o levaduras.
Por lo tanto, es posible generar un clon de organismos, o de células, que contengan todos el mismo gen (o genes) extraños. Debido a que las bacterias, levaduras, y otros cultivos celulares pueden multiplicarse a gran velocidad, estos métodos hacen posible la producción de muchas copias de un gen determinado, lo cual permite que se aíslen y se utilicen para la investigación (como por ejemplo para el estudio de la naturaleza química y estructura del gen), o con objetivos médicos y comerciales (con el fin, por ejemplo, de obtener grandes cantidades de sustancias útiles como la insulina, el interferón y la hormona del crecimiento). Esta técnica se denomina clonación porque emplea clones de organismos o células.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario